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¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
Hace un tiempo escribí y publiqué un post que hablaba sobre qué es una demencia y cuáles son sus síntomas. En éste, voy a hablar más concretamente de la enfermedad de Alzheimer: enfermedad neurodegenerativa, incurable y terminal, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales, apareciendo con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años.
Cuáles son sus principales síntomas
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- Pérdida de memoria: Una de las más comunes señales de la demencia es la de olvidar información recién aprendida; se empieza a olvidar con más frecuencia y no se puede recordar la información más tarde, acostumbran a ser olvidos de fechas, nombres, números de teléfono… siempre de hechos recientes.
- Dificultad para desempeñar tareas habituales: se hace difícil completar actividades de rutina, como preparar una comida, hacer una llamada telefónica…
- Problemas de lenguaje: se olvidan palabras simples o se sustituyen palabras desconocidas al hablar y/o escribir.
- Desorientación de tiempo y lugar: pueden perderse en la misma calle donde viven, no saber dónde están ni cómo volver a casa.
- Falta del buen juicio: pueden vestirse inapropiadamente, poniéndose poca ropa cuando hace frío por ejemplo.
- Colocación de objetos fuera de lugar: pueden guardar cosas en lugares poco comunes como por ejemplo: las llaves de casa en la basura…
- Cambios de humor o comportamiento: presentan cambios repentinos de humor (de felicidad a enojo, por ejemplo) sin razón aparente.
- Cambios en la personalidad: también pueden presentar cambios drásticos en la personalidad: desconfiados, depender mucho de un miembro de la familia…
- Pérdida de iniciativa: pueden volverse pasivos, sentándose frente a la televisión horas y horas, durmiendo más de lo normal … Necesitan estímulos constantes.
13
Jun
Expresa lo que sientes
¿Callas tus sentimientos por miedo a herir o a que te hieran? ¿A no sentirte correspondido? ¿Al qué dirán…? Mi recomendación es que expreses lo que sientes, ya que te sentirás liberado, con menos tensión, ganarás claridad al no quedarte atrapado en tus pensamientos; y poder expresar lo que sentimos nos convierte en personas más completas y nos permite tener más capacidad de decisión.
¿Conoces las cuatro emociones básicas con las que lidiamos en nuestro día a día? Estas son: la tristeza, la rabia, el miedo y la alegría y todas ellas son necesarias para poder relacionarnos con el entorno y podernos adaptar a él.
Hay muchas personas a las que les cuesta exteriorizar lo que piensan, pero hay muchas más a las que les es difícil expresar lo que sienten (la cultura y la educación tienen un peso importante en esta cuestión).
Aprendemos a expresar sentimientos desde que somos niños, es por eso que los niños que han crecido en familias donde los padres no se demostraban afecto, o donde los hijos tenían que contener su rabia; hoy son adultos con problemas para expresar aquello que sienten.
Uno de los motivos por los que no expresamos lo que sentimos es para evitar conflictos.
Hay quien cree que así evita hacer daño a otra persona, y no se da cuenta de que el daño se lo está haciendo al reprimirse.
Otra razón puede ser el miedo a sentirse rechazado o creer que no le van a entender. Esto se soluciona mejorando la autoestima y comunicándose de forma asertiva.
Expresar aquello que nos gusta, lo que nos da miedo, decir las cosas que nos generan alegría … es lo que nos ayuda a liberar y a compartir nuestros sentimientos, y es la mejor manera de sentirnos bien.
¿Sabes que el hecho de reprimir los sentimientos puede llegar a enfermarte?
Sí, has leído bien, las personas que reprimen constantemente lo que sienten, ya sea por vergüenza, por timidez, por miedo … acaban enfermando.
Hay algunas enfermedades directamente relacionadas con la incapacidad de expresar emociones y sentimientos como el dolor de estómago, la úlcera, el síndrome de colon irritable…
Pero además de lo que nos puede ocasionar a nivel físico, vivir guardando nuestros sentimientos puede llegar a deteriorar seriamente las relaciones con las personas que queremos.
Saber cuánto queremos a los demás no es suficiente: lo importante es que ellos se den cuenta.
Estamos acostumbrados a dar por sentado que los demás saben lo que sentimos, o aún peor, tendemos a querer que lo adivinen.
Si realmente quieres a una persona: ¡DÍSELO!
¿Cómo puedes expresar tus sentimientos?
Los sentimientos se pueden expresar de forma verbal (hablando de ellos) o de forma no verbal (actuando en función de ellos).
Está muy bien decir: “lo siento mucho”, pero si esto no va acompañado de un comportamiento en consecuencia, tus palabras pronto dejarán de tener valor.
Si quieres a tus amigos, que se note. Saca tiempo para ellos, comparte tus sentimientos, preocúpate por sus vidas, muéstrate disponible si te necesitan y no dejes que el tiempo y la rutina os distancien.
Si tienes hijos ocúpate de que aprendan a expresar libremente lo que sienten, lo que les gusta… Da igual la edad que tengan: necesitan sentir que se les quiere.
Si alguna vez no te salen las palabras o no sabes cómo expresarte, recuerda que puedes abrazar, sonreír, escuchar… puedes demostrar lo que sientes de miles de maneras.
Si aprendes a expresar lo que sientes y empiezas a interesarte por cómo se sienten los demás estarás mejorando tu manera de comunicarte con aquellos a quienes quieres.
Importante que busques un lugar en el que puedas expresarte diciendo o haciendo lo que quieres.
Por ejemplo: si sientes rabia, busca la manera de descargarla.
Si sientes miedo, permítete asumir que estás asustado.
Si estás triste permítete llorar y buscar a alguien de confianza si lo necesitas.
Si necesitas expresar amor di en voz alta: “Te quiero” imaginando a la persona que quieres.
Otra manera distinta de expresar estas emociones es escribiéndolas en un papel hasta que agotes todo lo que quieres decir.
Así que ya sabes: si tienes sentimientos guardados sácalos al sol y atrévete a usarlos.
Nunca es tarde para decir te quiero, lo siento, te necesito, perdóname…
Espero que te haya servido lo que has leído y a partir de ahora no dejes de expresar lo que sientes aunque los demás te digan que no lo hagas.
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La escritura como herramienta terapéutica
Me gusta recomendaros a menudo que escribáis vuestros pensamientos y emociones, ya que se trata de un recurso fácil, efectivo, donde sólo necesitas un bolígrafo, papel y es una herramienta terapéutica genial.
Hay muchas investigaciones sobre los efectos terapéuticos de la escritura con unos resultados que revelan que aporta numerosos beneficios como el brindarnos la oportunidad de descubrir nuestras emociones, nuestras pautas de pensamiento más inconscientes y el de poder, cómo no, acceder a nuestro innato potencial creativo el cual a veces tenemos un poco dormido.
¿Qué conseguimos escribiendo?
Reducir el estrés mental, reforzar la autoestima … podemos conseguir beneficios tanto a nivel psicológico como físico.
La escritura la podéis utilizar como complemento dentro de un proceso psicoterapéutico (la recomiendo siempre), o como una herramienta de autoayuda sin intervención psicológica (yo la utilizo casi a diario).
Siendo conocedora de estos beneficios, invito a mis pacientes desde la primera sesión a que escriban, si no a diario, cuando tengan la oportunidad y les apetezca; y aquellos que utilizan esta herramienta confirman sus efectos positivos y os enumero algunos de ellos:
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- Ganan en autoconocimiento.
- Incrementan la comprensión hacia sí mismos.
- Se dedican un tiempo para la introspección.
- Son más conscientes y tienen más presentes los cambios, los descubrimientos, los esfuerzos… que van consiguiendo durante el proceso terapéutico.
- Amplian la perspectiva y la generación de alternativas ante la propia situación problemática.
- Se permiten ventilar emociones, sentimientos y pensamientos que de otra forma se repiten una y otra vez de forma circular.
- Emergen nuevos aspectos que les aportan más claridad, y que pueden ser tratados posteriormente en las diferentes sesiones si es necesario…
- Ten a mano una libreta para incluir tus anotaciones, aquellas cartas que no envias, dibujos… el objetivo es darte la oportunidad de liberar lo que llevas dentro, expresarte libremente.
- Busca un momento del día en que puedas sentarte a escribir sin interrupciones (desconecta el móvil, la televisión, evita distracciones).
- Escribe regularmente: recoge experiencias, anota aquello que quieres, aquellas cosas que se hacen conscientes… si te encuentras en un proceso terapéutico anota todo aquello que quieras comentar, trabajar y/o preguntar al psicólogo.
- Puedes escribir tus sueños. Recomiendo también tener en la mesita de noche un bolígrafo y una libreta pequeña para evitar la pérdida de detalles del sueño, ya que hay personas que cuando despiertan no recuerdan qué han soñado o tienen ciertas pinceladas sobre el sueño. Anota aquello que recuerdes, posteriormente se puede trabajar para saber el mensaje implícito de este.
- Si te propones objetivos, es importante que sean concretos con respecto a qué quieres conseguir: cuándo, cómo, dónde, qué hacer para conseguirlo… escribe siempre en positivo, por ejemplo: “no quiero fumar” por “quiero mejorar mi salud física”.
- Es importante que no pierdas la creatividad, la libertad de expresión, la espontaneidad…
- Escribe en tiempo presente: lo importante es cómo te sientes, cómo piensas… puedes preguntarte por ejemplo: ¿qué estoy evitando actualmente? ¿Cómo me siento en este momento?
Cómo disfrutar de una vida más plena
Terminé mi anterior post (Vivimos en la sociedad de las prisas) comentando que no podemos estar todo el día corriendo, malhumorados, dejando que todo nos moleste… que debemos tomarnos la vida de otra manera, pero ¿cómo? ¿de qué manera?
Te invito a que empieces desde hoy mismo a ir incorporando a tu vida diaria las siguientes recomendaciones.
Están basadas en los 10 principios de la filosofía ZEN, y he seleccionado aquellas que creo que te pueden resultar más útiles para empezar a practicar.
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- Vive aquí y ahora. Olvídate del pasado, no puedes quedar anclado en el pasado pensando que fue mejor ya que lo que consigues con ello es el no poder avanzar en tu día a día, ¿verdad que no puedes volver a atrás para cambiar nada? Olvídate del futuro, anticipamos demasiado y nos genera una ansiedad que no es necesaria, porque posiblemente nos preocupamos por cosas que no pasarán nunca. El único momento que existe es el AHORA: vive, fluye, decide…
- Presta atención a todo lo que haces. Intenta ser más consciente y aplicar la atención plena en lo que hagas: cuando comes, cuando trabajas, cuando hablas con tus amigos… siendo consciente en cada momento de lo que estás viviendo. Por ejemplo: si estás hablando con tus amigos, escúchalos atentamente, mira a los ojos cuando te hablan… no estés pendiente de lo que te dicen y mirando el móvil al mismo tiempo… desconecta un poco el piloto automático que llevas puesto, y disfruta más de los pequeños placeres que te ofrece la vida.
- Sé fiel a tus sentimientos. Ordena tus ideas, decide qué quieres, qué te motiva, quién te hace feliz y enfréntate a la realidad para conseguir aquello que quieres. Debes seguir el camino que te dicta el corazón, aunque no sea fácil.
- Amate a ti mismo. Supera las creencias negativas que puedas tener sobre ti mismo, valora los aspectos positivos que tienes a diario, haz cosas que te hagan sentir bien: escuchar música, escribir lo que sientes, dar un paseo por la playa, cuidar tu alimentación, hacer deporte… no olvides que cuando aprendas a quererte podrás querer a los demás.
- Aprende a soltar. ¿A qué me refiero exactamente? A decir NO al apego. Deja de forzar situaciones para que se den como quieres, aunque no se den los elementos adecuados para que suceda. No olvides que todo final es el principio de algo nuevo y todo principio va a tener un nuevo final, por lo tanto, es importante que aprendas a disfrutar de lo que tienes en cada momento al máximo.
- Encuentra la paz interior. Encuentra un rato al día para TI, para centrarte en tu respiración, para conectarte contigo, con tus emociones, sentimientos, pensamientos... Prueba a practicar Mindfulness, Ioga, Pilates … Déjame decirte que estoy practicando desde hace unos meses Pilates y se trata de un entrenamiento físico y mental buenísimo, donde unes la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación. Ideal para armonizar cuerpo, mente y espíritu.
Vivimos en la sociedad de las prisas
La semana pasada tuve una serie de contratiempos y no pude escribir el artículo en el Blog como vengo haciéndolo habitualmente, pero el fin de semana tuve un momento para recapacitar sobre la vida que llevamos la gran mayoría de nosotros y de esta reflexión surgen las siguientes líneas:
¿Con qué pie te levantas por las mañanas: con el derecho o con el izquierdo?
Dicen que es bueno antes de levantarnos que estemos unos minutos sentados en la cama para que la sangre se distribuya correctamente por todo el cuerpo, ya que de esta manera evitamos cambios bruscos y nos ahorramos pequeños mareos de buena mañana; o que nos estiremos como un gato es otra opción.
Estas recomendaciones como muchas otras están muy bien pero …
¿Qué pasa con nuestro estado de ánimo?
Hay personas que se levantan bien, de buen humor, alegres, activos… en cambio, hay otras que no puedes darles ni los buenos días, ni tan solo mirarlos a la cara ya que todo les molesta y hasta que no pasa un buen rato no parecen seres humanos.
Me atrevo a decir que estas situaciones no pasan sólo en mi casa, sino que se trata de situaciones vividas por miles de personas cada día por la mañana, nos acostumbramos, forman parte de nuestra vida y cuesta mucho cambiar estos hábitos.
Siempre se ha dicho que de puerta hacia dentro es problema de cada uno pero… ¿no os encontráis que hay mucha gente que va por la vida como si estuviera siempre enfadado?
¿Con quién lo pagan? Con el resto del mundo.
Justo ayer salía del tren, y una chica que salió antes que yo, le dio un empujón a otra (sin pedirle perdón) y la que recibió el empujón empezó a gritarle: “Si tienes prisa levántate antes, no vayas por la vida empujando a los demás ni malhumorándolos de buena mañana”. Imagino que os podéis imaginar que la chica que no pidió perdón, tampoco tuvo la amabilidad de girarse a responderle, simplemente la ignoró y siguió su camino (observación: no llevaba ningún tipo de auricular que le impidiera escuchar lo que pasaba a su alrededor).
Si es cierto que de buena mañana (después de pegarnos el maratón de la ducha, de arreglarnos, de preparar los desayunos de los niños, las mochilas para el colegio…), conseguimos salir de casa y apretamos rápidamente el botón del ascensor con tal de que ningún vecino nos vea (así evitamos aquellos segundos incómodos y interminables que de lo único que nos sirven es para mirar el suelo, el reloj…) para finalmente verbalizar: “adiós”.
Salimos a la calle, la gente va con prisas, caminamos con paso firme y dirección fija (sin prestar atención a lo que nos rodea).
Si vamos conduciendo luchamos porque nadie nos adelante y aceleramos antes de que el semáforo se ponga en rojo…
Una vez llegamos al trabajo, con un poco de suerte puntuales siempre que no nos hayamos encontrado caravana, que hayamos aparcado fácilmente, que el tren no haya ido con retraso… y pensamos que sólo nos quedan 8 horas de trabajo.
Cuando terminamos, volvemos a lo mismo, pero tenemos que añadir el cansancio y los posibles problemas que hayan surgido durante el día.
Así NO se puede vivir.
Estarás de acuerdo conmigo si has leído hasta aquí, que de esta manera NO se puede vivir. No podemos estar TODO el día corriendo, malhumorados, que todo nos moleste … y menos pagarlo con el resto de la gente. Tenemos que tomarnos la vida de otra manera, con otro tipo de filosofía, ya que la vida son dos días y pasa demasiado rápido.
En el próximo post os pasaré algunos tips para “desacelerar” un poquito y me despido con una excelente frase que da que pensar.
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“La vida es aquello que te pasa mientras estás haciendo otros planes” John Lennon
¿Quieres mejorar tu asertividad?
¿Qué es la asertividad?
Se trata de una estrategia de comunicación que nos permite defender nuestros derechos y expresar nuestra opinión, intereses, gustos… de una forma clara respetando en todo momento los derechos y creencias de los demás.
Una conducta asertiva nos permite hablar de nosotros mismos, aceptar cumplidos, pedir ayuda, aprender a decir “no”…
A menudo me encuentro con personas que me piden que les facilite herramientas para aprender a lidiar con la asertividad y a mejorar de esta manera su calidad de vida, y lo que me gusta decirles (y quiero que sepas) es que la conducta asertiva se puede entrenar y de esta manera aumentar el número de situaciones en las que vas a tener una respuesta asertiva y disminuir al máximo las respuestas que te provoquen malestar o estrés.
A medida que seas más asertivo te encontrarás más cómodo en las relaciones con los demás y serás capaz de dedicarte tiempo para ti.
¿Quieres empezar a entrenarte?
Te propongo que intentes lo siguiente:
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- Analizar tu estilo. ¿Expresas tus opiniones o te quedas callado? Debes analizar tu comportamiento antes de realizar cambios. Esto te ayudará a tomar mejores decisiones.
- Hablar en primera persona. Al utilizar el “yo” en tu diálogo, podrás emitir lo que estás pensando sin culpar a los demás. Por ejemplo, utiliza “yo no estoy de acuerdo” en lugar de “estás equivocado”.
- Aprender a decir NO. Es válido que rechaces algunas peticiones si en realidad no tienes tiempo para hacerlas. Es mejor expresarlo a llenarte de estrés por querer cumplir con todo.
- Ensayar tu discurso. Si para ti es difícil expresar tus pensamientos, verbalízalos en voz alta o escríbelos en un papel.
- Utilizar el lenguaje corporal. Actúa con confianza. Mantén una postura segura y haz uso del contacto visual constantemente.
- Controlar tus emociones. Si sientes que tus sentimientos se pueden apoderar de tus decisiones, espera unos segundos para calmarte y expresar tus pensamientos de una forma tranquila. Respira profundamente y habla con voz tranquila y firme.
- Convertirte en tu propio defensor y respetar tus valores. Cuando expreses lo que quieres y/o necesitas verás que tendrás una vida más feliz; y no permitas que los demás superen tus ideas o creencias. Házles entender de forma respetuosa que vales lo mismo que ellos y mereces respeto.
- Romper patrones. Si eres de las personas que dejan que los demás decidan por ti, trata de eliminar este comportamiento de forma sutil, por ejemplo: “está perfecto el plan, pero esta vez me encantaría hacer…”
Como bien dice Walter Riso: "Cuando expresas lo que piensas y sientes, liberas la mente y sanas tu cuerpo".Por todo esto te recomiendo que no dejes de expresar lo que te molesta. Siempre hay una forma de expresarlo sin herir los sentimiento de los demás. Si empiezas a hacerlo notarás como tu bienestar se incrementará y estarás más conforme con tus decisiones y estilo de vida. ¿Te animas? ¿Empiezas a practicar? Si crees que necesitas ayuda puedes contactar conmigo y estaré encantada de ayudarte.
Vive hoy, como si fuera el último día de tu vida.
Quizás te sorprendas al leer el título que he elegido para escribir el post de esta semana, pero me gustaría que no te arrepientas el último día de tu vida de aquellas cosas que NO hiciste, cuando ya no te queda tiempo para hacerlas...
Por eso, te propongo que vivas cada día como si fuese el último, no dejes pasar un día más sin haber dicho o hecho algo bueno tanto para ti como para las personas que quieres y te rodean.
Es posible encontrar la felicidad y ser feliz si somos agradecidos.
Si alguna vez has actuado mal, no pienses que eso va a perseguirte hasta el último día de tu vida; cada día que abres los ojos tienes delante de ti una nueva oportunidad para volver a hacer las cosas bien, de hecho todos los días pueden ser maravillosos si te lo propones.
¿Cómo?
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- Haciendo planes: no permitas que al aburrimiento apague el sol que llevas dentro.
- Riendo: contagiarás a los que te rodean de buenas vibraciones, a parte de que te hará bien.
- Tomando conciencia de que TÚ diriges tus propios pensamientos y sentimientos: puedes sentirte como quieras, si te apetece llorar, no reprimas, llora lo que haga falta, deja que tus sentimientos afloren para que puedas liberarte de todo lo que te aprisiona y es increíble cómo puede cambiar tu vida cuando decides cambiar un pensamiento.
- Ayudando a quien pide tu consejo: ofrece unas palabras a aquellas personas que lo están pasando mal. No sabes cuánto se agradece encontrar a una persona que sólo nos diga: "cuenta conmigo ". Y aunque no te digan nada, sentirán tu protección, alguien que sabe comprender por lo que están pasando.
- Caminando por la vida siendo una buena persona: si vas por la vida con una actitud positiva, extendiendo tus manos a quien lo necesite, serás una persona que siempre será recordada por su gran entrega.
- Regalando amor: reparte, entrega, regala…, pero que no se quede sólo en ti, porque de nada te servirá el día de mañana. No hay que ser egoístas, deja cosas positivas en tu caminar por esta vida.
- Siendo luz: con tu ejemplo puedes dar luz al mundo, muéstrales a las personas que te rodean que se puede ir ayudando a la gente sin esperar nada a cambio, que la mejor recompensa la tendrás al final de tu vida.
- Viviendo tu vida a tope: recuerda que todos estamos de paso por esta vida y que cada día es como subir a una gran montaña, pero cuando llegues a la cima, mires hacia abajo y veas toda la gente que se benefició de tu bondad, serás la persona más feliz de la tierra.
- Buscando en tu interior: reencuéntrate, sé una persona que sea capaz de renacer cada día y da lo mejor de ti.
- Disfrutando de tu gente: si tienes hijos, disfruta con ellos cada segundo de tu vida; si tienes pareja, demuéstrale que la quieres porque quizás mañana no estés en este mundo o esa persona no esté; si tienes amigos, pasa momentos con ellos, llámalos, que sepan que estás ahí … así que VIVE HOY, como si fuera el último día de tu vida. VIVE, AMA Y DISFRUTA tu día a día.
Para ti que eres madre
Esta semana he ido un poco mal de tiempo para escribir el post en el Blog, y que mejor día hoy para escribirlo, el día de la madre, y dirigirnos unas líneas a nosotras, a todas aquellas madres que luchamos día tras día con nuestros hijos para que sean felices.
Dicen que la felicidad de una madre depende de la felicidad de sus hijos.
Como madres, vivimos, respiramos y nos sacrificamos por el bienestar de nuestros hijos. Lo más importante es recordar que el amor que invertimos en nuestros hijos es lo que hace la diferencia, incluso si no vemos los frutos en un principio.
Voy a facilitaros unos tips que me están funcionando a mí y espero que os sean de utilidad:
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- Apoyad siempre a vuestros hijos y no os burléis de sus intereses, amigos… ayudarlos a alcanzar sus sueños dándoles apoyo, valor y la oportunidad para que lo hagan.
- Ser pacientes. Ser madre no es fácil, y los niños no vienen con un manual de instrucción debajo del brazo, pero no perdáis la calma y ser pacientes. Mantener la calma, explicar las razones por las que vuestros hijos no deben hacer algo y luego el por qué vosotras no queréis que lo hagan.
- Interesaros por sus intereses: Si les gusta la música, comprarle una guitarra y escúcharlos tocar, hacerles preguntas como cuál es su tipo de música favorita, cual es la canción que más les gusta…
- Aseguraros de estar siempre abiertas al diálogo. Dar lo mejor de vosotras para ser siempre oyentes comprensivas. Saber que pueden acudir a su madre para recibir consejos sobre sus amigos, abrazarlos… es muy importante para ellos. No tener alguien con quien hablar puede hacer que vuestros hijos se escondan tras un caparazón, así que aseguraros de hablarles asiduamente acerca de cómo se sienten.
- Tener la capacidad de admitir vuestros errores y no tengáis miedo de pedir disculpas. Puede ser difícil, pero lo mejor es admitir nuestros errores y pedir disculpas. Simplemente calmaros, evaluar la situación y determinar si lo que hicisteis estuvo mal y por qué. Luego, pedir disculpas y explicar por qué actuasteis de esa forma.
- Hacer que vuestros hijos se sientan especiales. Darles besos de buenos días, buenas noches, abrazos… demostrarles vuestro amor compartiendo palabras cariñosas.
- Darles cierta libertad. Necesitan aprender a vivir y a solucionar los problemas por sí solos. Eso les dará confianza y les permitirá convertirse en adultos independientes y tener éxito en lo que se propongan.
El momento es AHORA
Tenemos un pasado, un presente y un futuro.
En este momento de tu vida, ¿a cuál de ellos le das más importancia? ¿Anclado en el pasado? ¿Obsesión por el futuro? ¿Vives el ahora?
Nuestra vida, como seres humanos, está centrada en el momento actual, en el segundo a segundo que estamos viviendo, porque no podemos cambiar el pasado y desconocemos cómo será el futuro.
Si te anclas en el pasado, probablemente pienses que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero me gustaría que observaras cuanto tiempo pasas hablando del pasado y cuanta energía entregas a esos momentos que ya han pasado y que no puedes modificar.
¿Merece realmente la pena? ¿Te beneficia en algo?
Si te obsesionas con el futuro, probablemente sientas una preocupación constante por lo que pasará si… transformando tu presente en un medio para alcanzar ese futuro.
Y mientras tanto… ¿qué pasa con el presente? Quizás si tienes tu mente y tu corazón en otro lugar, te estés perdiendo los detalles, señales, acontecimientos … que sí están sucediendo ahora.
¿Lo tienes en cuenta?
¿Qué quiere decir vivir en el presente?
Simplemente estar en el aquí y el ahora, sabiendo que el presente es el único tiempo que tenemos y el único que realmente podemos modificar.
AHORA es cuando puedes hacer lo que quieres para alcanzar tus metas, ahora es cuando puedes llamar por teléfono a ese amigo que tanto echas de menos para explicarle cómo te va todo. Ahora es cuando puedes mirar a tu alrededor y sentirte afortunado con las personas que te quieren, cuando puedes disfrutar de un atardecer con todos tus sentidos…, simplemente ocúpate y disfruta del presente.
Tus problemas, bloqueos, malestares… se solucionan desde el presente, buscando soluciones teniendo en cuenta cómo te sientes ahora; lo que hay en este preciso instante es lo que existe, es de lo que puedes aprender y nutrirte.
Normalmente, esperamos encontrarnos mejor, sentirnos con más fuerza … para empezar algo, continuar con un proyecto que dejamos a medias, palabras no dichas … por que no encontramos el momento.
No esperes a encontrarte mejor, a que sucedan las cosas solas … ya que nunca encontrarás el momento adecuado. ¡ Basta ya de ponerte excusas! El momento es HOY y AHORA.
Después de leer lo expuesto, te invito a que contestes a la siguiente pregunta:
¿Qué tiempo escoges para vivir tu vida?
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¿Cómo liberar la rabia?
La rabia es una emoción natural en todos los seres humanos y no siempre es algo negativo, aunque es importante aprender a reaccionar bien ante este sentimiento, ya que tanto sentir rabia con frecuencia como reprimirla, está vinculado a un riesgo más elevado de dificultades para dormir, ansiedad, depresión ...
Es importante que sepas que puedes aprender a entender, procesar y liberar tu rabia de una manera saludable.
¿Cómo?
El primer paso para entender la rabia es: reconocerla.
¿Tu rabia te conducte a la agresión física frecuentemente? ¿Sientes que tu rabia afecta negativamente a tus relaciones personales, trabajo o a tu salud en general?
El segundo paso es aprender a interpretar tu lenguaje corporal: ¿Sientes tensión física? ¿Dolores musculares? ¿Tu respiración es más rápida? ¿Sufres de dolores de cabeza? ...
Todo esto son síntomas que pueden estar vinculados a la rabia.
Entender el momento en el que sientes rabia en lugar de intentar reprimirla puede ayudarte a procesar este sentimiento.
El tercer paso es escribir tus episodios de rabia.
Es una manera de entrar más en contacto con tus sentimientos y con tus emociones con detalle. Reflexiona qué ha pasado cuando tienes rabia, cómo has reaccionado y en qué pensabas. No juzgues estos sentimientos a medida que los vayas escribiendo. Exprésalos para que seas más consciente de lo que sientes, ya que tener conciencia de ellos es un paso básico para superarla.
Algunos tips para liberarla:
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- Haz ejercicio: aléjate de la situación que te provoque este sentimiento cuando sientas rabia y muévete.
- Respira.
- Repite frases tranquilizadoras como: “Mantendré la calma en esta situación”.
- Elabora un “plan contra la rabia”: te permitirá tranquilizarte en caso de que ésta aparezca. Por ejemplo utilizando el “tiempo fuera” (puedes decirle de manera calmada a otra persona que necesitas tomarte un descanso).
- Reestructura tu pensamiento: a menudo el sentimiento de rabia hace que exageres tu reacción delante de las experiencias y puede hacer incluso que pierdas el control. Cambiar tu manera de pensar con respecto a estas puede ayudarte a controlar tu rabia cuando aparezca.
- Sé más flexible ante las situaciones: te permitirá reaccionar a tus experiencias con menos rabia.
- Aprende a actuar con asertividad: expresa claramente tus pensamientos, sentimientos, necesidades... honestamente.
- Mindfulness: con su práctica aprenderás a mantener la tranquilidad incluso durante experiencias desagradables.
- Descansa entre 7 y 8 horas.
Cómo aumentar la autoestima
¿Quieres dejar de compararte con los demás y aceptarte como eres?
¿Conoces tus puntos fuertes y débiles?
¿Qué valoración tienes de ti mismo?
La autoestima se va desarrollando a lo largo de nuestra vida con los pensamientos, sentimientos, emociones y experiencias que vamos recogiendo a lo largo de nuestra vida.
Las personas con una autoestima alta suelen reportar menos emociones negativas y menos depresión que las personas con una autoestima baja.
De modo parecido, las personas con una autoestima alta pueden manejar mejor el estrés y, cuando son expuestas al mismo, experimentan menos efectos negativos en la salud.
Si te interesa conocerte más, valorarte, quererte … te presento el Taller On line: Cómo mejorar la autoestima.
Contenido:
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- ¿Qué es la autoestima?
- ¿Quieres mejorar tu autoestima?
- Ejercicios prácticos:
- Adjetivos negativos.
- Todos, nadie, siempre, nunca.
- Autocríticas.
- La sombra.
- Si no me sintiera culpable.
- Decir NO.
- La autoexigencia.
- Tus cualidades.
- Recursos:
- Claves para aumentar tu autoestima.
- Cómo mejorar la autoestima y tus relaciones.
- Cuaderno de trabajo
Descubre Mindfulness
- ¿Quieres que tu vida sea más feliz, más compasiva y esté más llena de sentido?
- ¿Quieres abandonar los comportamientos que no te benefician?
- ¿Quieres relacionarte de manera más profunda y más compasiva con tu entorno laboral, familiar y de amigos?
- ¿Qué es Mindfulness?
- Método Mindfulness
- ¿Cómo puede ayudarte?
- ¿Cómo funciona?
- Fundamentos Mindfulness
- Ejercicios Prácticos
- Cuaderno de Trabajo