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10 Jul

Flores de Bach para niños

Algunas personas me preguntan si a los niños (incluyendo a los bebés) se les puede administrar las Flores de Bach, y mi respuesta es que es son muy adecuadas y efectivas en éstos, ya que desde su infancia tienen que irse adaptando a las distintas etapas y superar sus miedos. Las Flores de Bach les ayuda con los desequilibrios emocionales. Para saber qué flores son las más adecuadas para el niño en cuestión tenemos que observar su comportamiento, cómo se relaciona con el entorno, cómo se enfrenta a los retos… Hay muchos comportamientos que son normales en un niño y debemos tener en cuenta aquellos que le afectan negativamente.   Elección de las Flores de Bach En mi caso, la selección de éstas es “espontánea” entre el conjunto total de ellas. Hay 38 flores y el complemento energético es personalizado para cada niño según su personalidad, sus emociones y la forma de actuar ante la vida. Cuando tenemos las flores seleccionadas, procedo a hacer la mezcla y el niño empieza a tomarlas hasta que ya no las necesita. No crea adicción ya que es natural, no tiene ninguna contraindicación y puede combinarse con cualquier tratamiento farmacológico si fuera el caso.   Algunas Recomendaciones
  •  Cuando hay dificultad para expresar los sentimientos.
  •  Cuando aparece temor a nuevas situaciones o cambios.
  •  Ante la incapacidad de decir NO.
  •  Miedos.
  •  Cambios de humor constantes.
  •  Demasiado exigentes consigo mismos…
  Si quieres más información sobre qué son y para qué sirven las Flores de Bach te invito a que leas el siguiente link:
¿Qué son y para qué sirven las Flores de Bach?
Si quieres saber cómo es una consulta de Flores de Bach, pincha en el siguiente link:
¿Cómo es una consulta de Flores de Bach?
Y si finalmente deseas más información sobre las Flores de Bach y/o deseas iniciar tu terapia tanto para tu hijo como para ti, envía un mail a: aidacanals@copc.cat y me pondré en contacto contigo lo antes posible.
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7 Jul

¿Quieres que tu hijo sea responsable?

Es importante que les enseñemos a ser responsables.

¿De qué manera?

Siendo un modelo a seguir: los niños nos observan a diario. No podemos pretender que recojan su cuarto cuando ven el tuyo hecho un desastre. Por lo tanto, es básico que nos revisemos primero a nosotros y ver si estamos mostrando una conducta responsable. Poco a poco debes irlo entrenando para los conflictos de la vida y que pueda llegar a ser una persona autónoma y responsable.   Quiérelo: Es muy importante que le quieras y que le quieras por lo que es: hijo, hermano, amigo… y NO por lo que hace. Cuando su conducta no es buena no tienes que dejar de quererle. Tu amor como madre/padre es incondicional, si lo siente como tal desarrollará un “yo fuerte” para afrontar los desafíos de la vida.   Evita descalificarle: no hay que sancionar a las personas, SI a los actos, que no es lo mismo. Y entender que no son una prolongación de nuestros proyectos. Si tú soñaste con tener un niño tranquilo y su carácter es despierto, debes aceptar su forma de ser, sin olvidar suavizar los defectos.   NO le soluciones los problemas: tienes que darle ideas y dotarlo de fuerza para que pueda encontrar la solución por sí misma. ¿Le sigues vistiendo con 6 años? ¿Sigues defendiéndole cuando discute con un amigo a los 9?   Enséñale a tomarse la vida con calma: muchas veces la ansiedad de los padres impide que los hijos crezcan psicológicamente.   Trabaja la autoestima a diario: una de las quejas que verbalizan los padres sobre sus hijos es: “Qué irresponsable es”.   Busca lo bueno: enfócate en los momentos en que tus hijos no son del todo tan “irresponsables”.   Alaba las conductas responsables: “ Qué bien ordenada está tu habitación”. De esta manera habrán más posibilidades de que vuelvan a tener una conducta responsable.   Frase que te ayudará a pensar:

“Los mejores regalos que puedes dar a tus hijos son las raíces de la responsabilidad y las alas de la independencia”.

 

                                                                                                                   Denis Waitley

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7 Jul

¿Cómo trabajo el afrontamiento del duelo?

Si quieres conocer las fases del duelo, te invito a que leas el post que escribí en su día, está en este enlace: Conoce las fases del duelo En este post, te explico los pasos que trabajamos en consulta para afrontarlo.   Primero: Aceptar la realidad de la pérdida donde se habla de las circunstancias que rodearon a ésta: ¿Cómo ocurrió? ¿Qué estabas haciendo tú?... Segundo: Ayudar a identificar los sentimientos y trabajar las emociones junto con el dolor de la pérdida donde se reconoce y se trabaja: el miedo, la culpa, la ansiedad, la tristeza, la impotencia… Tercero: Adaptarse a un medio en el que la persona querida ya no está. En esta etapa se ayuda a la persona a asumir los roles a los que no está acostumbrada, a desarrollar habilidades que nunca había tenido y seguir adelante; con un nuevo sentido de sí misma y del medio. Una vez se ha llegado a esta etapa, recomiendo NO tomar decisiones que signifiquen cambios importantes en tu vida. Cuarto: Recolocar emocionalmente a la persona querida y continuar viviendo nuestra vida.   Junto con esto pasos, nos damos un tiempo para elaborar el duelo que depende mucho de las características personales de cada uno y del grado de afinidad y/o relación que se tenía con la persona que ya no está.   Es importante normalizar las experiencias de tener alucinaciones, preocupación por la persona que ya no está… entre otros.   A continuación te listo una serie de manifestaciones que entran dentro del duelo normal. A nivel de sentimientos: tristeza, enfado, ansiedad, shock… A nivel de sensaciones físicas: opresión en el pecho, debilidad muscular, falta de energía… A nivel de cogniciones: confusión, incredibilidad, sentido de presencia… A nivel de conductas: trastornos del sueño y de la alimentación, soñar con el ser querido, llorar… También examinamos diferentes estilos de afrontamiento y identificamos patologías (si las hubiera), si el duelo acaba desarrollándose como un duelo patológico. Para considerarlo como tal, la persona tiene que mostrar tres de estos síntomas por más de seis meses:
  • Fuertes sentimientos de añoranza de la persona fallecida.
  • Intenso sentimiento de soledad, aún estando acompañados.
  • Fuertes sentimientos de ira relacionados con la muerte.
  • Sentimiento de que la vida no tiene sentido sin la persona fallecida.
  • Dificultad para aceptar la muerte.
  • Evitar a personas, lugares o cosas que traigan recuerdos de la persona fallecida.
  • Fuerte necesidad de tocar, ver, oler o escuchar cosas sobre la persona fallecida ya que de esta manera se siente más cerca de ésta.
Espero que te haya resultado de utilidad lo que has leído y si crees que puede ayudar a otras personas, te invito a que lo compartas.   Tal como decía Elisabeth Kubler-Ross:  

“Es sólo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra (y que no tenemos manera de saber cuándo nuestro tiempo se ha acabado), entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que teníamos”

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3 Jul

Aumenta tu capacidad de concentración

¿Notas que tienes cada vez más despistes? ¿Notas que te pueden las distracciones? Es posible que se deba a que tienes demasiadas cosas en la cabeza. Ordenar tus actividades te ayudará a aumentar tu atención.   El cerebro, como cualquier órgano del cuerpo, se cansa si lo usamos en exceso. El estrés y el hecho de hacer varias tareas a la vez hace que se nos olviden las cosas; y no, no empiezas a tener demencia como algunas personas cada vez más jóvenes me comentan. Capacidad de atención Las personas con capacidad para concentrarse tienen más memoria y más agilidad mental, por lo que realizan su trabajo con mayor eficacia. Si tú también quieres conseguirlo, el primer paso es mejorar tu capacidad de atención. Evita las distracciones Cuando tengas que hacer alguna actividad que necesite mucha concentración elimina las distracciones: olvídate del móvil, la televisión, las preocupaciones… No hagas varias cosas a la vez A nivel personal, considero que la multitarea impide hacer un buen trabajo. Si tienes varias tareas que hacer, hazlas de una en una prestando atención plena a lo que haces. Puedes ordenar las tareas en función de tus prioridades: urgente, la que puede esperar… El cerebro necesita descansar Haz descansos cada cierto tiempo: levántate de la silla, bebe agua, mira por la ventana… nada de aprovechar para ver si tienes mensajes, leer… Practica Mindfulness Te propongo un ejercicio fácil que puedes hacer en cualquier momento del día y consiste en enfocar toda tu atención en tu respiración durante 1 minuto. Intenta respirar por la nariz y que salga el aire por la boca, céntrate en el sonido y ritmo de la respiración. Evidentemente la mente deambulará y tendrás que esforzarte por devolver la atención al momento presente cada vez que esto pase. Este ejercicio te ayudará a restaurar la mente y conseguir claridad. Establece un plan Antes de empezar el día, planifícatelo. Si quieres, por ejemplo leer el periódico, márcate una hora para empezar a hacerlo y no pierdas el tiempo en distracciones. Buenos hábitos El cerebro y el cuerpo están conectados, por lo que es muy importante descansar bien para que los niveles de atención y concentración mejoren. Hacer deporte ayuda a liberar tensiones y mantener una alimentación equilibrada es básico. Como dice Paulo Coelho:  

“ ¡ Concéntrate ! No se puede alcanzar dos objetivos con la misma flecha”.

 
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24 Jun

¿Quieres lograr tus propósitos?

Para alcanzar tus metas, no basta con tener buenas intenciones. Necesitas comprometerte, invertir tiempo y esfuerzo. Cuando recibo una demanda por parte de un paciente que quiere convertir su propósito en realidad le hablo de la filosofía japonesa Kai Zen.   ¿Cuál es el significado de Kai Zen? Significa mejora continua y se trata de ir dando pequeños pasos, uno detrás de otro. Es mejor realizar pequeñas mejoras continuas que un solo cambio grande de forma puntual. De esta manera evitamos la sensación de vértigo que acostumbramos a experimentar cuando nos tenemos que afrontar a una tarea demasiado ambiciosa. Al ir trabajando diariamente, dejamos a un lado la procrastinación (el dejar las cosas para más adelante o posponerlas sin llegar a hacerlas nunca). Al tratarse de cambios pequeños son más fáciles de llevar a la práctica. Te lo explico con un ejemplo: Imagínate que has decidido escribir un libro explicando la historia de tu vida que sabes que puede ayudar a otras personas porque es una historia de superación personal. Empieza cuanto antes: cuanto más lo pienses más posibilidades tienes de dejarlo correr. No pospongas demasiado las cosas y lánzate a la piscina lo antes posible. Cuéntaselo a alguien: así te comprometes con tu propósito y te costará más tirar la toalla. Concreta: cuando establezcas objetivos procura detallarlos al máximo, “escribir un página al día” en lugar de escribir un capítulo diario… Organízate el tiempo: utiliza un calendario y pon fecha a tu objetivo. Disfruta del trayecto: organízate tu tarea de manera que te motive y así te resultará más agradable y será más fácil.   Recuerda:

“Quién quiera alcanzar un propósito distante tiene que dar pequeños pasos”

Helmut Schmidt

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12 Jun

¿Cómo aumentar tu entusiasmo por la vida?

Tener objetivos y trazar un plan para conseguirlo, te ayudará a recuperar la ilusión.   ¿Desmotivación? ¿Y si te replanteas un poco la vida? ¿Y si empiezas a introducir nuevos elementos que te ayuden a acabar con la rutina?   El entusiasmo es aquella fuerza que nos impulsa a luchar por nuestros objetivos. Sin éste no hay energía y estamos condenados a bloquearnos y pasar a la inacción. Para romper este círculo necesitamos recuperar el interés.   ¿De qué manera? Cambiando de actitud y estrategia ante la vida. Con una vida monótona no es fácil mantener el entusiasmo, por lo tanto, es necesario introducir nuevos elementos para recuperar la motivación.   Introduce pequeños cambios: no hace falta tomar decisiones drásticas. Intenta mejorar lo que haces: aprende cosas nuevas, lee (te ayuda a encontrar inspiración) necesitas estimular al máximo tu creatividad, de esta manera crecerá tu motivación y te será más fácil darle un nuevo impulso a tu vida. Establece objetivos: ¿Sabes lo que quieres? Es importantísimo tenerlo claro al igual que confiar en ti. Intenta no perder la motivación: es normal que tengas momentos en los que te desanimes, incluso que notes que estás de bajón pero no le des demasiada importancia y sigue adelante. Debes evitar que este desánimo se cronifique en tu vida. Cambia tus pensamientos: si piensas negativo tipo “No voy a poder hacerlo”, te limitas de entrada. ¿Por qué no cambiarlo por: “Soy capaz de hacerlo”? Entusiasmo en todo lo que haces: no hagas siempre el mismo trayecto para volver del trabajo a casa, cámbialo; cocina platos distintos… Rodéate de personas positivas: procura que el círculo de tus amistades esté compuesto por personas alegres. Su influencia te favorecerá en positividad. Haz una lista de cosas que te guste hacer: piensa en todas aquellas actividades que te hacen feliz. Por ejemplo: bailar, reír… recupéralas y introdúcelas en tu día a día.   Recuerda ...

“Cada día cuando levantes tu cuerpo de la cama, no olvides levantar también tu entusiasmo por la vida”

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9 Jun

¿Tienes una buena relación contigo?

¿Quieres encontrar el equilibrio? Te invito a que disfrutes de la soledad . Pasar tiempo a solas nos ayuda a conseguir una relación más sana tanto con nosotros como con los demás. Aunque sí es cierto que somos seres sociales, de vez en cuando nos conviene estar a solas para poder reencontrarnos con nosotros mismos. ¿Crees que estar solo está mal visto? Pues siento decirte que para nada, la soledad bien gestionada es una buena oportunidad para conocernos y desarrollar nuestros puntos fuertes. Nos permite hacer una valoración del estado en el que nos encontramos y solucionar con más calma los problemas que tengamos. Estamos tan acostumbrados a estar siempre acompañados que cuando estamos solos experimentamos una sensación de vacío y de abandonado que no siempre resulta fácil de asumir.   Mantén una actitud positiva La clave está en dejar de considerar la soledad como algo negativo. Estar solo no significa sentirse solo. Piensa en todo lo bueno que te pueden aportar esos momentos de estar contigo mismo: tiempo para reflexionar, para descansar, para entenderte mejor tanto a ti como a los demás… Con esta actitud, la soledad puede convertirse en un regalo.   Más independencia Estamos muy acostumbrados a depender emocionalmente de los demás, ya sean nuestros padres, amigos, pareja... Si por cualquier razón nos quedamos solos, nos sentimos abandonados y con la sensación que nos falta algo. Si aprendes a sentirte a gusto en esta situación, fortalecerás tu carácter, ser más feliz por ti mismo y no tanto por los que te rodean.   Fortalecer autoestima Algunas veces el miedo a estar solo refleja una dosis baja de autoestima. Para evitarlo, deja de depender de la aceptación de los demás. Si te demuestras que tienes las capacidades suficientes por ti para superar los problemas sin ayuda, tu confianza aumentará de manera escalonada.   Date un voto de confianza y superarás los obstáculos con mayor seguridad. Si te interesa tener técnicas que te ayuden a aumentar la autoestima, te invito a que visites el siguiente link: https://aidacanals.com/aumentar-la-autoestima/ en el cual verás el temario que imparto para el Taller Online que puede resultarte muy útil.   Asumir responsabilidades Si aprendes a vivir como realmente quieres, el hecho de estar o no acompañado será un tema secundario. Si estás en paz contigo mismo podrás disfrutar de esos momentos.   Busca momentos de soledad Si no estás demasiado acostumbrado, empieza realizando alguna actividad a solas como por ejemplo: ir a dar un paseo, a tomar un café … Al principio te parecerá extraño, pero con el tiempo te acostumbrarás y disfrutarás de esos momentos. La soledad bien gestionada puede convertirse en una gran aliada.   ¿Quieres conocer algunos de sus beneficios adicionales?
  • Una oportunidad para cuidarte y disfrutar de la vida: aprovecha los momentos de soledad para hacer cosas que te gustan: escuchar música, leer, pasear…
  • Inteligencia emocional: las personas que están acostumbradas a estar solas suelen tener un mayor vida interior y son más capaces de comprender sus emociones y la de los demás.
  • Menos estrés: pasar un tiempo solo nos proporciona la relajación que difícilmente conseguiremos rodeados de gente. Es una forma ideal de serenarnos y de recuperar el equilibrio.
  Termino este post con una frase que espero te haga pensar:

“Muchas personas sufren el miedo de encontrarse a solas, y por lo tanto, no se encuentran a sí mismas”. Rollo May

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3 Jun

¿Cómo le enseño a mi hijo a perder?

A diario me encuentro con padres que acuden a consulta porque su hijo (cada vez con edades más tempranas) no sabe perder, y no saben de qué manera hacerle entender y/o ver que lo importante es participar.

Lo importante es participar

Esta frase tan bonita y tan difícil de cumplir en la vida real con tanta competividad y sabiendo que a todo el mundo le gusta ganar, juegue a lo que se juegue: fútbol, cartas… Es muy complicado perder con una sonrisa. Y lo es más aún para un niño, ya que está acostumbrado a conseguir lo que quiere y a ser el centro de atención de sus padres, por lo que acepta muy mal no obtener lo que quiere. La mayoría de los niños son pequeños líderes en potencia y les gusta decidir a qué se juega, cómo y con quién. Acostumbran a ser mandones, y si no consiguen lo que quieren, no dudan en chillar, llorar... Así, nos encontramos niños que si sospechan que van a perder, prefieren no jugar; mientras que otros se enfadan a mitad de juego y abandonan, para otros es imposible admitir que la causa de su derrota sea un error suyo, por lo que echan la culpa de lo que ha pasado a cualquier otra persona o situación... Por eso, debéis enseñar a vuestro hijo desde bien pequeño que NO siempre se gana ni se logra lo que se desea, sobre todo cuando se comparten juegos con otros niños. Ganar unas veces y perder otras es el precio por disfrutar de una actividad compartida, y el niño que no sabe perder se ganará la antipatía de los otros y nadie querrá jugar con él.   Saber ganar y perder   - No le des siempre todo lo que pida. Simplemente para tenerlo contento y no oír sus lamentos. Establecer límites en su vida diaria y que se acostumbre de vez en cuando a escuchar un “NO” le ayudará a no enfadarse cuando lo oiga en boca de sus amigos. - Enséñale con vuestro ejemplo. Si le decís que lo importante es participar y pasar un buen rato y que no hay que enfadarse cuando se pierde, y luego ve a algun familiar gritar delante del televisor mientras ve perder a su equipo de fútbol... difícilmente hará caso. - Debe saber ganar. Y no alardear de su victoria ni ridiculizar al perdedor, ya que puede ser que algún día le paguen con la misma moneda. - Es bueno que le dejes ganar alguna vez. Cuando juegues con él a algo, es bueno que le dejes ganar alguna vez para aumentar su autoestima, pero también que se acostumbre a perder. Mientras estáis jugando podéis hacer comentarios para enseñarle cómo debe reaccionar: “Vaya, lo estás haciendo muy bien esta vez” o “De acuerdo, he ganado esta partida, pero eres un buen contrincante. No sé si podré ganarte la próxima vez”... - Explícale lo que puede ocurrir si se enfada al perder. Lo más probable es que acabe cayendo mal a los otros niños y que ninguno quiera jugar con él. - No le consintáis que se enfade o chille. Excluirlo del juego hasta que se calme. - Imagínate que estáis viendo un partido de futbol, inculcarle que los rivales no son enemigos y que pasar un buen rato es más importante que ganar. - Se le debe enseñar a jugar limpio. Hay que establecer reglas y respetarlas, además, éstas no se pueden cambiar cuando a uno le interesa.

¿Te vienen de nuevo estas pautas? ¿Crees que pueden ayudarle a alguien más? ¿Crees que las estás aplicando en tu caso sin ningún resultado visible?

  Entonces te invito a que contactes conmigo y diseñamos unos objetivos para aconseguir unos buenos resultados.   Recuerda que ...

“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”

Karl A. Menninger

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2 Jun

La importancia del control parental en Internet

Es cierto que vivimos en una época donde existe un rápido incremento del uso de Internet, donde cada vez más, existe un contacto más frecuente y constante con esta herramienta; tanto en el ámbito laboral, escolar y familiar. También es cierto que internet ha permitido incorporar toda una serie de elementos y aplicaciones muy interesantes y facilitadores, que permiten una mejora de la calidad de vida; pero también es cierto que existe una vertiente negativa a la que se expone cualquier usuario que no sepa gestionar de forma correcta la interacción con este medio. Aquí, los padres deben tener claro que su tarea como educadores involucra el saber transmitir todos aquellos elementos posibles para que sus hijos hagan un uso positivo de Internet y puedan estar protegidos de los peligros que existen; ya que la red contiene un conjunto de amenazas para los menores que los padres deben conocer para poner los medios adecuados para controlarlos o evitarlos.   Algunos aspectos a considerar: • Existencia de ciberbullying entre menores a través de la red. Los hijos podrían tener contacto como víctimes, agresores o espectadores. • Presencia de grooming por parte de un adulto a un menor, en el que se busca establecer una relación con contenidos sexuales mediante distintas formas de chantaje emocional. • El uso y difusión inadecuados de información con datos personales, fotos, vídeos ... A través de las redes sociales como Facebook o Instagram, y que pueden afectar gravemente a la privacidad personal. • Adicción a Internet, cuando el tiempo de conexión es excesivo y dificulta la participación del menor en otros entornos. • Otros riesgos de la red, como los virus, que pueden afectar al soporte informático familiar. Todos estos elementos, se caracterizan por una rápida evolución y un cambio constante. Por lo tanto es imprescindible que los padres los conozcan para poder actuar y establecer unos criterios claros sobre el modelo de interacción que los hijos deben tener con esta tecnología.   ¿Por dónde empezar? Implicación en el uso que los menores hacen de la red. Esto incluye desde la presencia física, en el caso de la navegación de los más pequeños, hasta interesarse por las páginas que consultan. • Situación del ordenador en una zona de uso común de la casa. Es recomendable que sea un sitio de paso que favorezca el uso visible de lo que se está haciendo. • Estableciendo pautas de uso claras respecto del tiempo de navegación y frecuencia. Para establecer las normas, se debe tener en cuenta la edad y la madurez de cada menor. • Transmitiendo la importancia de la privacidad, tanto la propia como la de los demás. Concienciarlos en la prudencia a la hora de hacer difusión de información personal, y ayudarles a crear claves de acceso - contraseñas seguras que no proporcionen información a personas desconocidas. • Advirtiendo de otros posibles riesgos. Por ejemplo: encuentros con desconocidos, descargas de archivos de origen desconocido... • Instalación de sistemas de control externo. Para ayudar a controlar el acceso a determinados contenidos. • Teniendo siempre actualizadas las herramientas de seguridad del terminal informático.   Si crees que este post puede ayudar a alguien, te invito a que lo compartas.
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22 May

Depresión en adolescentes

Una de cada cuatro adolescentes de 14 años manifiesta síntomas de depresión, mientras que en el caso de los chicos la proporción es del 10%. Los antecedentes psicológicos de los dos progenitores (padre y madre) son un factor de riesgo y se debe trabajar de forma precoz con el cuadro familiar. Los padres que sufren depresión deberían ponerse en manos de profesionales y hacer un seguimiento de los hijos ya que la forma de relacionarse de éstos con el mundo viene determinado en buena medida por lo que ven en casa. Los padres transmiten miles de mensajes a los niños, no sólo con lo que les dicen sino también por cómo afrontan las demandas del día a día y en la manera de quererse a uno mismo y a los demás. Es a partir de los 13 años, coincidiendo con el inicio de la adolescencia, cuando se manifiestan los primeros síntomas depresivos. La inestabilidad emocional es una característica de la adolescencia y suele mejorar cuando la persona madura y adquiere mecanismos de afrontamiento óptimos.   Algunas Recomendaciones Estar atentos a la evolución de cada hijo, sobre todo si se dan factores de riesgo, como vivir una experiencia estresante o tener a familiares próximos con trastornos. La mayoría de padres no son conscientes de la gravedad de la situación. El distanciamiento de los amigos, la tristeza, los cambios en el estado de ánimo, la irritabilidad, las alteraciones en los hábitos del sueño o de la alimentación pueden poner a los padres en alerta. También hace falta hablar con los hijos y manifestarles la disponibilidad por si quieren pedir ayuda.   Alerta a los siguientes cambios Cambios emocionales
  •  Irritabilidad.
  •  Sentimiento de tristeza.
  •  Falta de interés en las actividades normales.
  •  Baja autoestima.
  •  Dificultad para concentrarse, recordar cosas, tomar decisiones.
Cambios en el comportamiento
  •  Cansancio y falta de energía.
  •  Cambios en los hábitos alimenticios.
  •  Quejas frecuentes de dolor de cabeza sin causa aparente.
  •  Faltas de asistencia frecuentes al centro escolar.
  •  Insomnio o dormir demasiado.
  Cómo combatirla Hablando. Indagar causa y el apoyo de la familia es un pilar esencial en su recuperación. Acudiendo a un profesional. Iniciar tratamiento si es necesario. La terapia es una vía de expresión y canalización de los sentimientos. Planificando rutinas. Practicando ejercicio físico y si es al aire libre o en grupo mejor.  

“Los jóvenes siempre han tenido el mismo problema; cómo ser rebelde y conformarse al mismo tiempo”

Quentin Crisp

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22 Abr

¿Y si bajamos el listón?

Estamos invadidos por el estrés y las prisas en nuestro día a día, muchos de nosotros queremos desacelerar y aprender a disfrutar un poco más de cada momento y no sabemos cómo.   ¿Por dónde empezar? Por dedicarnos tiempo a nosotros mismos. El tiempo va demasiado rápido, empezamos la semana y sin darnos cuenta nos encontramos de nuevo en viernes. ¿No os da la impresión de que nos estamos perdiendo la vida en un abrir y cerrar de ojos? Los días pasan volando y no os habéis parado a pensar en algún momento:

¿QUÉ podemos hacer para frenar el frenético ritmo de vida que nos impera?

Os voy a hacer una serie de recomendaciones que pueden ayudaros. Me gusta hacer una aclaración: antes de recomendaros algo, pongo en práctica dichas pautas y si son efectivas es cuando os las transmito; así que, funcionan, en algo notaréis mejoría y veréis que las tenéis muy a mano.   Organización Seguro que las agendas están a tope, llenas de tareas que realizar cada día de la semana; incluso los fines de semana tenemos trabajo atrasado que debemos acabar. Empezamos por PRIORIZAR las tareas que sean más urgentes. No intentemos abarcar demasiado, ya que el estrés generado por tener tareas pendientes hace que empeore la productividad, junto con el humor y el estado de salud.   Dedicar tiempo a los amigos y familia Recordar que al inicio del post os he dicho que empecemos por dedicarnos tiempo a nosotros mismos; también es importante dedicar tiempo a las personas que queremos y apreciamos. De esta manera, conseguimos vivir más intensamente nuestro presente. No hace falta que los veamos a diario ni semanalmente, simplemente una llamada de teléfono nos permite volver a poner los pies en el suelo y a calmar la tensión acumulada.   Desconexión Necesitamos tener momentos de calma para que nuestra mente y cuerpo descansen. ¿Y si apagamos el móvil a partir de las 22h de la noche? ¿Y si no encendemos el ordenador cuando llegamos a casa? ¿Y si instauramos el hábito de disfrutar de la lectura con un libro que nos guste? Escuchar música, hacer ejercicio… o sencillamente… NO HACER NADA. Debemos hacer más a menudo aquellas cosas que nos hagan feliz.   Mindfulness Ya sabéis que soy una auténtica seguidora de Mindfulness y como he dicho en más de una ocasión, es tan efectivo para aprender a relativizar los pensamientos que van y vienen… que una vez lo descubrimos parece que nos convertimos en otra persona. El hecho de estar PRESENTE en el AHORA y ser CONSCIENTE de ello es brutal. Sí es verdad que no es fácil al principio; pero con constancia, práctica diaria y paciencia llegan los resultados. Pongo el ejemplo siempre de que vamos a entrenar el cuerpo en el gimnasio para sentirnos a gusto con nosotros mismos, más ligeros, más saludables… entonces ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra mente? Si no os acaba de llamar demasiado la atención esta técnica, no olvidéis que las técnicas de relajación podéis aplicarlas en cualquier momento del día y son muy efectivas.   Cambio de aires De vez en cuando va bien cambiar de aires. Y para eso no hay nada mejor que viajar. Si vivimos en una ciudad, podemos visitar un pueblo, ir a una casa rural en mitad del campo; o simplemente dar un paseíto por el bosque. La naturaleza nos aporta una sensación de calma y bienestar que nos ayuda a olvidar los problemas. Aunque obviamente no son una panacea, estos trucos podrán ayudaros en vuestro día a día. Con ellos aprenderéis a tener los pies en el suelo y a dejar, de vez en cuando, los problemas a un lado.
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14 Abr

No sé QUÉ hacer con mi hijo/a adolescente y sus notas

Cada vez acuden a consulta más padres de adolescentes preocupados porque sus hijos pierden el interés por los estudios, y no se implican en estar atentos en clase, tomar apuntes… En la gran mayoría de los casos, estas situaciones suelen ser temporales y tienen mucho que ver con los cambios que sufren en la adolescencia.   La adolescencia se trata de un período en el que los adolescentes están empezando a ser adultos, en el que viven profundas transformaciones biológicas y alteraciones emocionales. Lo más importante es saber que tienen a sus padres cerca para ayudarles y descubrir QUÉ les ocurre realmente. Entre las causas más frecuentes con las que me suelo encontrar son los malos resultados académicos. Algunos adolescentes encuentran una presión excesiva y notan que se quedan retrasados respecto a sus compañeros de clase.   ¿Cómo ayudarle?   Evita las presiones No debes castigarlo ni amenazarlo para que estudie, eso solo empeorará las cosas. Obligarlo a que no salga de su cuarto hasta que no acabe de estudiar o hacer los deberes no es ninguna garantía de que aprenda, podría quedarse horas encerrado en su habitación distraído con cualquier cosa que haya en ella.   Motiva con algo que quiera Una forma de estimular a tu hijo adolescente para que estudie es motivarlo con algo que quiera, por ejemplo: "Acaba los deberes y así puedes ir más temprano a casa de tu amigo o él puede venir”.   Crea un espacio exclusivo para el estudio Es necesario que establezcas normas; es decir, un tiempo y un lugar físico estipulado cada día que se dedicará en exclusiva al estudio sin ningún tipo de distracción. De esta manera contribuyes a que el niño tenga que cumplir un hábito, al principio le costará pero lo irá asimilando. Puedes incluir unos 5 o 10 minutos de descanso.   Demuéstrale una actitud positiva Intenta siempre tener una actitud positiva ante tu hijo, él tiene que percibirte como un apoyo; alguien que lo ayuda a superar el problema. No grites ni critiques, esto solo contribuirá a que el niño tenga más ansiedad, procura mantener la calma.   Fija objetivos realistas y claros Por ejemplo: "comenzar a leer" no es claro pero sí lo es "leer un libro cada mes".   Refuerza su autoestima Hay que tener en cuenta que los éxitos animan y los fracasos desaniman. Esa es una buena razón para que ayudemos a los adolescentes a fijarse metas moderadas, aunque no excesivamente, para que vayan consiguiendo éxitos que les animen a seguir con el esfuerzo.   Mantén la disciplina Es importante que sea capaz de tener fuerza de voluntad y que sepa que los adultos que lo rodean confían en él.   Si crees que ya has agotado todos los recursos y no puedes más, te invito a que contactes conmigo.   Concertamos una primera sesión donde me explicas cómo es tu hijo/a, QUE problema/s crees que tiene, desde cuando su resultado académico ha empeorado… Posteriormente tendré una primera sesión con él/ella donde elaboraré su historia indagando sobre los motivos por los cuales hay un cambio de actitud referente a su situación académica. Si es pasotismo, falta de actitud, desmotivación, bullying… Elaboraremos juntos unos objetivos y trabajaremos sobre ellos siguiendo unas directrices consensuadas para conseguir unos resultados satisfactorios.   ¿Qué voy a enseñarle? Técnicas de estudio, de atención y concentración, de motivación; ejercicios de respiración y relajación… entro otros.   ¿Cuándo empezamos?
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